Siempre digo que si haces vídeos con el móvil, lo mejor es editar esos vídeos en tu teléfono móvil, y al exportar el vídeo ya lo tendrás en el carrete de fotos del teléfono. Pero si eres como yo, y también editas piezas grandes (para tí o para otros) grabadas con cámaras profesionales, cuando acabas la edición, exportas el vídeo a tu ordenador y compartirlo en redes sociales, se complica un par de pasos más. Probablemente habrás notado como enviando vídeos a través de WhatsApp, estos vídeos pierden calidad. Lo mismo ocurre cuando quieres mandarlo por e-mail. Estas aplicaciones comprimen el archivo para que pese menos en el momento del envío y al volver a abrirlo pierde calidad por el camino.
Entonces, ¿cómo subirlo a Instagram, por ejemplo, sin perder calidad? Este proceso sencillo que te voy a contar, te va a gustar.
Cómo evitar la perdida de calidad
El truco, al menos es el que uso con más frecuencia y me ha ido muy bien, es pasar el archivo desde tu ordenador al móvil, mediante la app de Dropbox o Google Drive (ambas valen). No necesitas pagar para tener espacio de más (si eres cuidadoso y vas vaciando y haciendo copias en discos duros externos).
El uso que le vamos a dar es más bien estilo “pasarela”. Lo subes desde el ordenador, lo descargas en tu teléfono y ¡violá!
No tiene mucho misterio. Con este simple proceso te aseguras de no estar comprimiendo el archivo, y poder subirlo con la calidad exacta a la que lo hayas exportado.
Espero que te sea útil y compartas tus creaciones con toda la calidad que merecen.
Un abrazo,
Nessi.
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