top of page

Qué es esto de los videos de familia

Hoy me he levantado con ganas de contaros más a fondo qué es lo que hago y sobretodo por qué me he metido en este lío que tanto me apasiona.


Desde niña siempre me ha gustado tener las manos llenas de fotos. Siempre que tenía la oportunidad abría el armario de la habitación de mis padres (aún recuerdo el olor a madera vieja) donde estaban guardados todos los álbumes de nuestra familia, y me perdía en ellos, ojeando esas páginas, e imaginándome de nuevo en esa etapa de la vida, qué me estaría diciendo mi madre en aquel momento, por qué mi padre tenía ese libro en la mano, qué hacía mi hermano con corbata, metido en una bolsa de papel...


Recuerdo siempre dándole la vuelta a las fotos y si no veía fecha o comentario en ellas, corría a ver a mi madre para que me contara más sobre ellas. Me fascinaban. Y hoy más que nunca, al faltar mi madre, todos esos álbumes cobran una importancia incalculable. Crear recuerdos así, requiere de mucho tiempo y ese tiempo dedicado es también una muestra de amor hacia nosotros.


Con 12 años tuve la suerte de tener mi primera cámara analógica y siempre con ganas de perderme en largas caminatas o reunirme con la familia para aprovechar y sacar fotos... Suerte que teníamos por aquel entonces tienda de fotos, porque los revelados nos hubieran salido muy caros, ya que no me solía despegar mucho de mi cámara.


Claro que conforme uno se va haciendo mayor, entran en nuestra vida responsabilidades cada vez mayores y poco a poco fuí notando como me alejaba de la cámara, hasta que fuí madre por primera vez y la fotografía volvió a llamar a la puerta (como a muchas nos ha pasado, ¿verdad?) pero esta vez, venía de forma diferente.


Estaba en el salón de casa, con la TV puesta. Sergio estaba intentando instalar el smart TV que nos habían regalado hacía unos días. Olivia, con por aquel entonces apenas unos meses, estaba tumbada a mis pies. Intentamos poner Vimeo en marcha para comprobar la conectividad del cacharro, y por azares de la vida, tropecé sobre un canal de una tal Sílvia Pogoda; una mamá que hacía vídeos a su familia.


Cuando me quise dar cuenta, había pasado una hora. Llevaba viendo una y otra vez sus vídeos, de no más de dos minutos, repetidos uno tras otro. No podía parar de pensar en lo que esta mamá estaba creando para su hijo y lo que daría yo por tener ese recuerdo con mi madre.


Y me emocioné. Y mucho. De repente, mi mente se había quedado atrapada en esos vídeos, no podía dejar de pensar en ellos, en esa maravillosa idea, en ese insuperable regalo que esa madre estaba haciéndole a su hijo. La emoción me pudo y no me soltaba aunque pasaran los días. Decidí que quería hacer lo mismo y me puse manos a la obra.


Sin tener ni idea de lo que estaba haciendo empecé a grabar a Olivia, en casa y allí donde íbamos.


Poco a poco fuí transformando lo que veía, y lo hice a mi forma y estilo. Me dí cuenta que cuando viajábamos, era cuando más me gustaba grabar y conservar de esta manera las historias de nuestros viajes. Paralelamente, seguí grabando las aventuras de "estar por casa", que voy guardando con mucho cariño y que nos encanta de vez en cuando volver a ver todos juntos.


Cuando estoy algo plof, vuelvo a ver alguno de nuestros videos y me da un subidón haciéndome valorar la vida que tengo desde una nueva perspectiva, como si fuese desde fuera...

La enorme pasión que siento al hacer estos vídeos, junto con lo mucho que me gusta poder congelar el tiempo, ha hecho que me planteara seriamente el nuevo rumbo de mi sendero laboral. Desde que me he topado con este mundillo no he hecho otra cosa que soñar con el, despierta, dormida... a todas horas. Incluso ver una película ya no es lo mismo. Analizo cada escena que veo, volviendo un poco locos a los que tengo alrededor... ¡Anda!, ¿te has dado cuenta de este plano?, mira la luz ahora, ¿has visto como tiembla la cámara?... Mejor no vayáis ahora al cine conmigo... :)


Dedicarme a esto sería un sueño hecho realidad. Se que los sueños pueden cumplirse pero se que no va a ser nada fácil. El trabajo que requiere es duro, habrán muchos altos seguidos de muchos bajos, probablemente muy bajos, pero admiro con todo mi ser a la gente que lucha por lo que quiere y siempre soy la que anima a mis amigos y les insiste en que hay que intentarlo, cueste lo que cueste.


Dicho esto y todo lo anterior, quiero dar la oportunidad a otras familias de poder tener este valioso recuerdo, como es a sus hijos con ellos en un video familiar.

Si una imagen vale más que mil palabras, entonces ¿cuánto vale un video?

Todo esto ha estado madurando en mi cabeza durante estos años. Estoy empezando a pequeños pasos, despacito, pero con una ilusión que jamás he sentido por nada...


Al ser algo que aún no se estila, a veces cuento a mi gente y conocidos en qué me he embarcado y algunos aún no lo ven del todo. ¿Pero cómo, a ver, videos de familia?, ¿y cómo es eso?, ¿juntas videos que te mandan, hechos con el móvil?, ¿te mandan videos antiguos en VHS y tienes que adaptarlos y montarlos?... Si, preguntas así de curiosas, jeje, pero no.


Me gusta hacer la comparación de que el resultado final de una sesión de vídeo familiar, será algo así como el vídeo corto de la boda, pero vestidos cómodamente y en el calor del hogar con vuestros peques danzando alrededor. Lo que hago es coger mi cámara y meterme sigilosamente en la casa de las familias que me hayan contratado para hacer la sesión de vídeo familiar (mi padre a estas alturas se pone las manos en la cabeza, no se aún por qué...el quería que fuese arquitecta, igual es por eso...) y grabo durante una mañana o a veces puedo alternar un rato de la mañana y un rato de la tarde/noche, de un día cotidiano, sin dejar que nadie pose absolutamente nada. Todo transcurre natural, espontáneo e intento que olvidéis que estoy ahí, junto a vosotros.


El resultado, tras una cuidadosa edición, es una pieza audiovisual de unos 4 minutos (esto puede variar) donde los protagonistas sois vosotros, vuestros pequeños, y no tan pequeños. Sus voces, sus risas, vuestros juegos, costumbres del momento, etc... Un pequeño corto que atesoraréis para los años por venir.




Este vídeo es una sesión que le hice a una familia, este verano. Fue emocionante poder retratar a otra familia que no fuese la mía, y grabar sin mis niñas corriendo alrededor, fue todo un lujo que disfruté muchísimo.


A razón de querer ampliar portfolio, estoy ofreciendo durante un tiempo limitado, 2 sesiones que haré gratuitamente, para poder disponer de total libertad creativa, así como otras 2 sesiones de vídeo que ofreceré a mitad de precio. Una vez completadas estas cuatro plazas, el precio de la sesión de video familiar será a precio completo.


Si estáis interesadas/os, escribidme un e-mail o llamadme por teléfono, os enviaré un formulario con unas cuantas preguntas a completar y según las respuestas, hablamos de más detalles.


Un fuerte abrazo,


Nessi.



Entradas recientes

Ver todo
bottom of page