Hace unos años, en el parque de al lado de mi casa, se me acercó una chica, que no parecía del barrio. Amable y dulce se presentó, y afirmó ser vecina mía, acabada de llegar de California. Quedamos en vernos por el barrio, pero eso sólo volvió a ocurrir un año más tarde, cuando tuve la suerte de volver a encontrarme con ella, por azares de la vida. Al poco tiempo conocí a su familia y desde entonces nos seguimos viendo de vez en cuando. Cuando hace unos meses tuvieron el interés por realizar una sesión de vídeo familiar, me sentí muy agradecida y emocionada. Sabía que sería genial compartir un rato más íntimo con todos ellos para poderlos conocer mejor.
Es una familia increíble. Y se que pensarás que puedo decir esto de todas las familias con las que trabajo, pero no. Me meto en casas muy diferentes, con una dinámica e interacción entre padres e hijos y una manera de hacer las cosas, que nada tiene que ver unas con otras.
Al segundo de entrar en su casa, sientes la calidez de un hogar. Repleto de amor allí donde mires. Breeley y Bryce son divertidos, atentos y súper cariñosos con su hermanita Adeley... la más pequeña de la casa, ella, pura dulzura. Seguro que tendrán sus días malos, como todos nosotros, pero esa tarde, me regalaron momentos muy bonitos. Me encanta aprender de otros y entender cómo ven ellos la vida. De ellos me llevo mucho. La manera en la que todos ellos interaccionan, se miran, se hablan, juegan... Y el amor de sus padres por sus hijos; entre esas paredes hay mucha devoción.
Volví a casa llena de paz y muy feliz. Fue una sesión de vídeo familiar muy emotiva.
Al recopilar todo lo que había grabado esa tarde y al terminar de editar el vídeo final, me dí cuenta que hubiese quedado precioso tener la voz en off de los padres contándoles algo a los hijos. Quería añadir una capa más de emoción al vídeo. Les pedí entonces que me grabaran unas palabras y lo que me mandaron me hizo llorar. Fué precioso y decidí hacer un nuevo vídeo para encajar mejor esas palabras.
De una sesión he sacado dos vídeos, muy parecidos y al mismo tiempo diferentes. Y como sobre gustos no hay nada escrito, os dejo también la primera versión. Me gusta más en el que están los padres hablando. Me resulta mucho más emotivo y cuenta mucho mejor lo que mis ojos vieron esa tarde, pero me intriga, ¿cuál te gusta a tí más? Si te apetece, me lo dices en los comentarios.
Gracias Michelle, Jonathan, Breeley, Bryce y a tí, pequeña Adeley. Por dejar que me colara en vuestro hogar y haya podido contar vuestra preciosa historia. Sois maravillosos e increíbles.
Abrazos y besos para todos.
Nessi.