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Vídeo diario. Documenta tus emociones...


-Mamá, tengo miedo. Me dijo Olivia, entrando por la puerta tras el cole.

-¿Y eso? ¿Qué ha pasado? Cuéntame... Sin decir ni pío, y con mucha energía, se dirigió a su "zona creativa" a coger papel y lápiz. Corriendo se sentó en la mesa del comedor y empezó a garabatear, lo que me pareció un monstruo espantoso, digno de la pesadilla más temida. Cuando acabó de dibujarlo, y sin yo decirle absolutamente nada, lo ralló hasta el punto de casi romper el papel, lo arrugó enfurecidamente y se fue flechada hasta la cocina, donde acabo de hacer picadillo a ese pobre monstruo, que a estas alturas ya me estaba empezando a dar pena y lo tiró enterito a la basura. Sin más, volvió al salón con una gran sonrisa, me abrazó y me dijo: - Ya está mamá. Ya no me da miedo. Te puedes imaginar mi cara. Me quedé con los ojos como platos. Me imagino que ese bicho horrible, sería su versión del Coronavirus. Pero no me lo quiso decir.

Olivia acababa de descubrir por si misma, el poder de la escritura, claro que... aún sin saber escribir, en su versión más elemental, mediante el dibujo. OTRAS FORMAS DE EXPRESIÓN Muchas personas están familiarizadas con el concepto de escribir en un cuaderno para expresar emociones y experiencias vividas, o lo que es lo mismo, llevar un diario, aunque la práctica no la lleven al extremo ni escriban todos los días.


Hasta la fecha, nunca he probado nada más efectivo que la práctica de llevar un diario para soltar preocupaciones, aumentar la creatividad, tomarte la vida con más calma, aprender del pasado y visualizar tu futuro. Y claro, enfrentarte a tus miedos más profundos. Como hizo Olivia el otro día, con este tema tan delicado.


Al escribirlos (o dibujarlos) los visualizamos de otra manera, les damos un sentido fuera de nuestra mente y los vemos con otra perspectiva. Y simplemente por sacarlos a veces de nuestra cabeza, estamos de algún modo, venciendo su pesada presencia, consiguiendo transformar emociones desagradables, en otras más llevaderas. Pero como hemos visto más arriba, a la hora de llevar un diario, no sólo nos vale la escritura, ya sea digital o analógica, o los dibujos... también es poderosísimo, el llevar un diario en formato vídeo. Si, ya sabes lo mucho que me gusta este medio, pero igual te sorprende esto del vídeo-diario. Déjame contarte un poco más en qué consiste y sus beneficios respecto a llevar un diario tradicional.

QUÉ ES UN "VIDEO DIARIO" Un vídeo diario, como su nombre indica, es contar tus ideas, preocupaciones, descubrimientos, logros, miedos, tal y como lo harías en papel o en el ordenador, pero... en formato vídeo. Grabándote directamente, hablando de todo ello a cámara. El vídeo, es extremadamente real, vivo, inmediato. Además de un añadido súper potente, el sonido. En este caso, el sonido de tu voz. En este punto, se que estarás sintiendo algo de nauseas, estarán sudándote las manos sólo de pensar en ponerte delante de la cámara y luego otras incomodidades, al tener que verte y oír tu adorada vocecilla, ¿verdad? He estado ahí, y esos pensamientos son normales. Es más, déjame decirte que para mi el colegio fue siempre una horrible pesadilla, (sobre la que escribí mucho) por un sólo motivo: tener que hablar o leer en público. Pero si me sigues desde hace un tiempo, habrás notado que no me molesta a día de hoy hablar ante la cámara y que he conseguido superar mi miedo más odiado. Y llevo con esto del vídeo-diario, unos ocho meses, y cada vez me gusta más. Me tiene más enganchada y noto unos beneficios increíbles, en mi salud, mis niveles de felicidad y claridad mental. Y en situaciones como las que estamos viviendo, de incertidumbre, miedo y ansiedad, no hay nada mejor que robarle minutos al día, y ponerte en frente de la cámara a documentar todas esas emociones. "Vomitarlas" tal cual vengan... sin censurarlas. Con este post, quiero darte unas pautas muy sencillas, para ayudarte a empezar con ello y tal y cómo me ayudó a mí, también te ayude a ti a descubrir este nuevo mundo tan poderoso.

1. Empieza a grabarte con lo que tengas. Que tienes una cámara reflex y sabes grabar vídeo con ella, ¡genial!, pero si no es el caso, y lo más probable es que no hayas grabado muchos vídeos hasta la fecha, te recomiendo que uses sólo la cámara que tengas a mano. Lo más normal será usar la de tu teléfono móvil. Pincha en la imagen de abajo, para acceder a mi curso de iniciación gratuito de vídeo con móvil, y descubrir cómo empezar a grabar vídeos desde la palma de tu mano.


Sólo necesitarás la cámara de tú móvil y un trípode o lugar donde apoyar bien tu teléfono, para poder hablar cómodamente delante de él y que esté situado a la altura de tus ojos. Y no olvides poner tu móvil, en modo avión antes de ponerte a grabar. 2. Encuentra un sitio tranquilo y con buena luz. Colócate en un sitio tranquilo, sobre todo las muchas primeras veces. Necesitarás estar tranquila/o y si es posible, que no te distraigan. Se que si estás con los peques en casa, esto no es fácil, más bien, es imposible. En ese caso, te animo a que formen parte de esta experiencia y que cuenten cosas desde su punto de vista. No te preocupes para nada por cómo de ordenado o no esté tu entorno y cómo te veas tu. Aquí lo que importa es todo aquello que quieras contar.

Es importante que allí donde decidas sentarte a grabar, estés cómoda/o y haya buena iluminación. Los sensores de nuestros teléfonos son muy pequeños y si hay poca luz, no captará bien la imagen y se verá granulada.

3. Las primeras veces, son siempre raras... No te preocupes, es más que normal sentirte rara/o hablando a cámara. Esta incomodidad tardará un tiempo en desaparecer. Pero requiere, como todo en la vida, de práctica. Olvídate de que todo esté perfecto y simplemente practica hablando de lo que sientas, tal y como lo sientas, delante de la cámara. Los primeros minutos son los que más te van a costar, pero no pares. Estarás calentando para tomar carrerilla.

4. Cómo empezar cada entrada de tu vídeo diario. Para empezar, y hasta acostumbrarte a hablar de temas e inquietudes un poco más profundas ante la cámara, es bueno que practiques haciéndote estas preguntas:


¿Qué día es?

¿Dónde estás?

¿Cómo te sientes? ¿Ha pasado algo difícil, memorable, gracioso, interesante estos últimos días? ¿Has leído algún libro, has visto alguna película, has hablado con alguien que te haya aportado algo especial estos últimos días? Luego, anímate a profundizar cada vez un poco más: (Situación actual enfrentándonos al Coronavirus) ¿Cómo se están desarrollando estos días en familia? ¿Cómo te sientes físicamente? ¿Y psicológicamente? Cosas por las que estés especialmente preocupada/o, sientas miedo, te sientas por el contrario agradecida/o...

5. Trátate con especial cariño. No tardarás mucho en darte cuenta de que, hablando así delante de la cámara, tu crítica interna salga a flote y juegue con tus emociones. No estás acostumbrada/o a verte así y menos a oírte . No deberías volver a ver estos vídeos que vayas a grabar ahora, en presente, más que para guardarlos y archivarlos bien con su fecha en tu ordenador. Si te pones a verlos nada más acabar, puede que empieces a juzgarte. Tratarte con cariño. Esto lo haces por tí, tu bienestar emocional y el de tu familia en conjunto. Por el presente y por el futuro. Pensar a gran escala, te ayudará a superar los baches con los que te vayas encontrando. 6. Piensa en alguien concreto cada vez que grabes. Habla a la cámara como si les estuvieras hablando a tu pareja, a un buen amigo/a, a tus hijos (o a tu yo, futuro). Esto te ayudará a ganar fluidez y no sentir que le hablas sólo a una fría y distante cámara. 7. Habla desde el corazón. Por muy cursi que te suene esto, el secreto número uno para hablar con soltura ante la cámara es hablar desde el corazón. Imaginando esa parte blandita de tu ser, respirando profundamente y sintiendo la bondad que sale de el. Te relajarás al instante. Y tu voz, también. Es inevitable.

8. No compartas tus vídeo-diarios con el mundo. Al menos durante los primeros meses, los primeros vídeos que grabes, no pienses en publicarlos en ningún sitio, ni compartirlos con nadie. Te quitarás presión de encima, si hasta dominar la técnica, guardas tus video-diarios para tí. Si luego quieres compartirlos, lo harás desde la confianza que hayas ganado ante la cámara y esta ya no será una barrera. * Nota a cerca de lo que estamos viviendo ahora: (COVID-19). No habrá mejor momento que este, para empezar a explorar esta nueva manera de sacar de nuestras cabezas nuestras emociones y preocupaciones. Créeme si te digo que ayudará a reducir tu ansiedad y estrés. Que te ayudará a ver las cosas con más claridad y si añades a tus hijos a la ecuación, durante estos días en los que tenemos que estar juntos sin salir de casa, haciéndoles partícipes de este "juego", les ayudará también a lidiar con sus emociones y cada uno a su manera, sacará su parte de preocupación a flote, y como hizo Olivia con ese dibujo, esa preocupación será reconocida, abofeteada y podrá irse a otro lugar; ya no estará oculta acechando la mente, una y otra vez durante estos días. Otras vendrán, pero si lo consigues implementar como práctica al menos una vez a la semana, a modo de chequeo mental, te ayudará mucho. Muchísimo. Pronto, esperemos todos, todo esto pasará. Y tendremos este momento histórico documentado y podremos compartirlo en el futuro, con todo su detalle, con nuestros peques, nietos... para aprender de ello.

Ánimo. Mucho, mucho ánimo. Y espero que desde tu pequeño rincón lo estés pasando lo mejor posible, dentro de este insólito y difícil caos. Un fuerte, especialmente fuerte abrazo. Nessi.



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